TRATAMIENTO DE LAS CICATRICES DE ACNÉ: CIRUGÍA

En ocasiones ha de recurrirse a técnicas quirúrgicas para eliminar determinadas cicatrices de acné, que suelen reservarse para aquellas cicatrices más difíciles de tratar, como las cicatrices profundas tipo icepick o “en picahielo”. 
 Se realizan bajo anestesia local mediante la extirpación ajustada de dichas cicatrices, generalmente mediante el empleo de un punch (dispositivo especial a modo de bisturí circular), que suele emplearse en tres técnicas diferentes:

 a) Elevación de la cicatriz: tras realizar la incisión redonda con el punch, se consigue una liberación de la cicatriz de la fibrosis que la hace deprimida, lo cual permite elevarla de forma apreciable para tratar de igualarla lo máximo posible con la piel circundante. 

 b) Extracción de la cicatriz: la incisión mediante el punch permite obtener un cilindro de piel para extraer y eliminar la cicatriz. A continuación, se aplica la sutura. 

c) Aplicación de injerto cutáneo: es un procedimiento similar al anterior, pero algo más laborioso, que suele reservarse para cicatrices de bordes muy abruptos. Consiste en eliminar la zona de la cicatriz y rellenarla con un cilindro de piel obtenido de otra zona de piel poco visible (habitualmente de la zona de detrás de la oreja, cuyo defecto se sutura de forma similar a la técnica anterior), que se cubre con un apósito adaptado o se sutura con puntos. De este modo, se intenta que la zona que antes ocupaba la cicatriz quede más nivelada respecto a la piel circundante. 


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